El reloj marca las 21:30, acabo de terminar un duro día de trabajo que siempre me lleva a la misma conclusión: tanto sufrimos como amamos.
Sola en la oficina, recorro los pasillos apagando las luces, al tiempo que la oscuridad se apresura a comer el espacio. La luz de la vela olor a vainilla, hace de guía hasta mi sofá blanco, en donde me siento, me tumbo y repaso, todo un día de emociones confesadas.
Reviso los libros de la estantería, coloco el cuadro ligeramente torcido, me vuelvo a sentar y me levanto. Presa de una hiperactividad incunable, la luz de la vela me lleva de nuevo a cambiar de escenario. Con mi cabeza pegada al cristal, y mis ojos puestos en la nada, acompaño al mar en su movimiento y a esta noche disfrazada de Venus oxidada.
La luna llena acecha mis suspiros, “no retes al destino” me sugiere con su delicada voz blanca, y yo, proclamada en rebeldía, miro hacia otro lado. Apareces en mi mente, sin permiso y a pequeños pasos, te arrugo entre mis manos y te escondo en ese rincón de mi corazón que reza “ ahora no, quizás mañana“, pero te resistes a ser callado.
Rendida ante la evidencia, congelo cada vector de tu imagen, para desmenuzarla delicadamente y con detalle en la intimidad del silencio. Tamizo tus palabras que siguen sonando en mi viento, tamizo tu mirada que sigue guiando mis versos, y tamizo esta locura de sentimientos revueltos.
Te esquivo, te busco, y me enredo en un baile de eternas ambivalencias. Como agua que soy, temo colarme entre tus manos y que descubras, en esta complicada transparencia, lo simple de mis sentimientos.
Me pregunto llena de dudas, ¿eres consciente de mi real existencia? ¿y si no escuchas mis palabras y me contemplas a ciegas? ¿y si no ocupo tu tiempo, ni tus ganas, ni tu anhelo?
¿Y si nada de esto es verdad, sólo un espejismo, un sueño?
Salgo de este bosque de hadas soñadoras y duendes perversos, y me visto de dama de hierro, para exigirle a mi corazón en tránsito definir su vuelo….y entonces pienso:
¿Y si debería hacerle caso a la luna, y cerrar mis ojos para no verte?
11 comentarios:
y si los cierras y más nitido se muestra?
Un abrazo
me gusta leerte ;)
"al tiempo que la oscuridad se apresura a comer el espacio".
Me gustó tu narración, en especial lo arriba escrito, muy bueno.
Agur un saludo.
Hemos nacido para amar y odiar al mismo tiempo.. y la mayoria de las veces es hacia la misma persona.. esa persona que nos desvela todas las noches, que nos hace soñar cosas irreales, pero que siempre esta.. y se asegura de no irse de nuestras vidas..
quieramos o no siempre estan..
me ha encantado lo que has escrito.. GENIA!!
un besote
Qué buena forma de plasmar tanto contradicción, como anhelo y hasta incertidumbre!!! ¡Sorprendente!
Gracias por tus visitas y comentarios.
Un beso.
si cierras los ojos sólo conseguirás más nitidez...
No le hagas caso a la luna, pues se apodera de las almas de las mujeres, y se alimenta de su sed de ser amadas.
bonita manera de recordar, tamizando los recuerdos.
Precioso texto.
Un beso.
Dudas, contradicciones, encrucijadas.
Si para cualquier humano ya es difícil decidirse, para un ser de agua debe ser casi imposible, porque esa luna de la que contienes el reflejo, también te guía y te atrae, te lleva y te mece.
¿Qué fuerza ganará, la razón o los sentimientos?
Precioso texto.
Un beso.
Muy bonito el relato.
Las contradicciones de los seres humanos. A veces pienso que no somos tan distintos unos de otros.
Un beso.
Hola Agua!
Muy bonita tu historia y la foto es una pasada.
P.D Felicidades. He dejado un regalito para ti en mi blog. Aunque es una tontería... :)
La luna aunque duela, siempre tiene razón.
Besitos
Pd: Me gustó mucho leerte.
Precioso relato de la contradicción.
Yo si hago caso a la luna, será porque soy su amiga.
Me gusta como escribes.
Hermoso, fantástico, es todo un placer leer tus escritos, es incansable leer tus escritos. Precioso
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